Tekken 8 – Análisis

Había ganas de un nuevo Tekken. El modelo de temporadas con personajes descargables extiende la vida de los juegos de lucha, pero también impide la evolución en su base que sólo una auténtica secuela suele traer. Tekken 7 llegó a sistemas domésticos en 2017, aunque la recreativa se estrenó en 2015: nunca había pasado tanto tiempo entre un Tekken y su sucesor.

Tekken 8 rompe con la tradición y debuta directamente en consolas y PC, todo un síntoma del estado de los salones recreativos que antaño servían como “beta” para probar qué gustaba o no en un juego de lucha, realizar equilibrios y después trasladar la experiencia a casa con una buena ración de nuevos modos. En cambio, los fans de la saga descubrirán el juego simultáneamente en todo el mundo, sin el rodaje de una temporada en arcades nipones, y con unos valores de producción que claramente lo colocan como uno de los lanzamientos más importantes de Bandai Namco en los últimos años. No es para menos: el género vive un buen momento –al menos en cuanto a oferta 2D en el mercado- y con la fortaleza de los streaming o los esports bastante asentados. No hay mejor momento para estrenar el Tekken más divertido que se recuerda.

Subiendo la temperatura con el sistema de Heat

Bandai Namco ha apoyado Tekken 8 con múltiples acciones, desde pruebas online, acceso a prensa en eventos y una demo pública que podéis probar, que incluye una muestra reducida de personajes y un vistazo a algunos modos para un jugador. No os vamos a profundizar todo el empeño de la desarrolladora por potenciar la agresividad –os hablamos de ello en los últimos meses-, pero sí que las nuevas mecánicas suponen un cambio relativamente drástico en la forma de jugar a Tekken.

Estos días se ha celebrado en Nueva Orleans Tekken World Tour 2023, el cierre a los torneos con Tekken 7, y tras jugar a la versión final de Tekken 8 podemos decir que las diferencias son apreciables, incluso con jugadores de altísimo nivel –participaron algunos de los mejores del mundo- Tekken 7 es de un ritmo mucho más lento. Habitualmente Tekken se jugaba a rachas de combos y acorralamiento al rival cuando está espalda contra pared, pero gran parte del tiempo transcurría con un tanteo entre los rivales por dar el primer golpe, una tensión no siempre vistosa para el espectador.

Tekken 8 introduce muchísimos cambios para hacer el juego más ofensivo, pero obviamente la clave está en el Heat, un estado temporal que se inicia por el Heat Burst o un ataque Heat Engager, con numerosos beneficios que van desde aportar nuevas propiedades o acciones con el Heat Dash, daño convertible -el daño recibido es recuperable- y acceso a un potente Heat Smash. Esta animación es fácil de conectar inmediatamente después de entrar en Heat, pero claro, nos interesa maximizar el tiempo en ese estado antes de darlo por concluido. Como incentivo para ser agresivos, el Heat Timer –desgaste de la barra- no se agota al atacar, una declaración de intenciones de los desarrolladores por animar a que no caiga la acción.

Aunque sólo se puede utilizar la barra una vez por ronda, todas empiezan al máximo, de ahí que Tekken 8 no de ni un momento de respiro a los luchadores. Y no sólo eso, pese a que se es una herramienta claramente orientada a la ofensiva, el Heat Burst está blindado, lo que hace que sea ideal para frenar a un rival que está lanzado y en pleno acoso. Heat Burst es un elemento que merece aprovechar en cada ronda -¡es gratis!-, pero con cabeza, no se puede desperdiciar.

Esta es sólo una de las novedades de Tekken 8, que mantiene las mecánicas Power Crush, Rage, los Rage Art, sustituye el screw de Tekken 7 por tornado –para expandir combos aéreos- y multiplica la interactividad con los escenarios de combate. A todos esos muros, muros rompibles y suelos, que sirven para dañar al rival -o abrir otra ventana para combos- se suman las zonas explosivas en determinados puntos de la arena, un guiño inspirado quizás en la saga Dead or Alive. La huella de Yohei Shimbori, antiguo director en Team Ninja, se deja notar en este Tekken en algunos aspectos, como la renovada animación para ciertas caídas desde balcones.

Tekken 8 sale al mercado con 32 luchadores –contando Kuma y Panda por separado-, una cifra generosa y superior a otros juegos del momento, que por supuesto crecerá con futuras temporadas. Por una parte, es verdad que el número de incorporaciones puede parecer bajo respecto a Tekken 7, que aportó en su base a Akuma –invitado de Street Fighter-, Gigas, Claudio, Josie, Katarina, Kazumi, Shaheen y Lucky Cloe; Tekken 8 trae a Victor, Azucena y Reina. A simple vista puede parecer un paso atrás, pero nada más lejos de la realidad: calidad frente a cantidad. Todos los luchadores han sido rehechos y además, aunque Jun técnicamente no es nueva, no aparecía en la serie principal desde Tekken 2. Creemos que la plantilla de Tekken 8 es más sólida que en el anterior juego, con menos luchadores “prescindibles”: prácticamente todos son entretenidos.

Las tres caras nuevas siguen la filosofía de agresividad de este juego, así que no esperes un luchador pesado y voluminoso al estilo de Gigas; todos son puro nervio. La hipercafeinada Azucena de artes marciales mixtas ha sido comparada vagamente con Josie y Katarina, Victor recoge el testigo de Noctis (DLC de Tekken 7) y un poco de otros ninjas de la saga como Kunimitsu y Raven –quien por cierto vuelve tras su sustitución con Master Raven en Tekken 7-. Reina merece una distinción aparte, ya que es un personaje muy importante para el futuro de Tekken. No es esa sustituta a Heihachi que se podía pensar por mucho que tenga algún movimiento reconocible del viejo líder del Mishima Zaibatsu, pues su estilo taido es más acrobático que el karate, confunde a los rivales con los ataques a distintas alturas y la velocidad es comparable a la de Lili. Estamos seguros de que estas tres incorporaciones van a arrasar en la comunidad durante las primeras semanas y meses.

Sí, siempre podríamos poner alguna crítica al elenco. Echamos en falta a Miguel, Bob, Lei, Marduk, Michelle, Anna o Lidia, que fue la última –y estupenda- incorporación a Tekken 7, pero seguro que un puñado se reservan para el contenido postlanzamiento y no es realista esperar una plantilla comparable a la de un Tag; Eddy Gordo por ejemplo será el primer DLC de esta primavera. Lo que tenemos aquí en definitiva es una selección muy completa con suficientes alternativas para que todos encuentren el estilo que más se adapta a su manera de jugar.

Demonios interiores

El gameplay es frenético y está repleto de posibilidades, y sin duda es el mejor que ha visto la saga hasta la fecha. ¿Y qué tal los modos? Tekken 8 corrige la mayoría de aspectos criticables de Tekken 7, que era un título diseñado para disfrutar casi exclusivamente en compañía. Sus modos en solitario cubrían el mínimo exigible, pero lo hacían poco recomendable si tu única intención era jugar contra la CPU. No es que Tekken 8 sea el sumun de modalidades, como no lo es casi ningún juego de lucha, pero sí ha mejorado bastante la situación. Sólo se nos ocurre echar en falta un Tekken Force o similar, o algún guiño al legado de la saga –Tekken 5 incluyó versiones arcade de la trilogía-.

En primer lugar tenemos el modo historia “El despertar de la oscuridad”, con cinemáticas y combates que narran la situación del mundo tras la desaparición de Heihachi y con Kazuya Mishima desatado. El modo historia de Tekken 7 fue un buen paso de Bandai Namco por acercarse a las campañas de NetherRealm Studios, pero no estaba todo lo bien construido que se esperaba. En Tekken 8 sí se notan unos valores de producción mayores, es lo más parecido a tener una nueva película tras Tekken: Blood Vengeance –o la reciente miniserie para Netflix dedicada a Tekken 3-.

El motor de la historia son los esfuerzos de los héroes –los luchadores en el bando de “los buenos”- por detener a un Kazuya que amenaza con un conflicto mundial. Hay un nuevo torneo Iron Fist Tournament y sólo Jin podría detener a su padre… Pero el joven no pasa por un buen momento y tiene dificultades para controlar sus poderes demoníacos. “El despertar de la oscuridad” recrea combates entre rivales históricos, hay momentos fantásticos y lógicamente importantísimas consecuencias para lo que pueda llegar en Tekken 9; nos ha encantado. Sigue principalmente a Jin y su arco, pero habrá algún momento para controlar a otros de los personajes más importantes.

Aventuras entre recreativas
‘Tekken 8’ es un homenaje a los salones arcade y la vida que transmitían estos lugares. Si os interesa una historia ambientada en esta época, el manga/anime ‘Hi Score Girl’ es una comedia romántica con el trasfondo de las recreativas de los 90, y aunque ‘Street Fighter’ se lleva casi toda la atención, seguro que encantará a cualquiera que se moviese entre máquinas de SNK, Capcom, Sega y Namco.

Dicho esto, le sucede como a otros modos historia del género: una vez completado en aproximadamente 3 horas, quizás no lo toques nunca más. Por suerte, Tekken 8 trae otros modos como el clásico arcade y, por separado, Episodios de personaje; esto también lo vimos en Tekken 7, pero aquí están un poco mejor hechos. Podrás elegir a tu luchador preferido y seguir una pequeña historia sobre su motivación para entrar en el torneo, enfrentarte a cinco oponentes –en general relacionados con él- y desbloquear su vídeo final. Suelen ser gags y premian con diverso contenido y dinero dentro del juego. Con 32 luchadores en la plantilla, te asegura unas cuantas horas hasta ver todas las escenas.

Un buen puñado de modos para un jugador, y un multijugador mejorado

Tenemos Misión arcade, que es una de las mejores ideas en cuanto a modos de Tekken 8. Quizás por la nostalgia de Katsuhiro Harada y su equipo hacia los salones recreativos, nos propone explorar distintos arcades y la vida de estos lugares que servían como punto de encuentro. Cuenta la historia de un jugador que prueba su fuerza contra distintos jugadores, a la vez que funciona como un tutorial encubierto –hay desafíos de combos, movimientos especiales, etc.- contra múltiples luchadores fantasma. La idea no es completamente original, lo vimos por ejemplo en Quest de Virtua Fighter 4 Evolution, pero Tekken 8 lo presenta con un aspecto 3D similar al hub online.

El modo Misión arcade, con múltiples fantasmas de jugadores y una pequeña historia por los salones arcades de la ciudad.

Misión arcade es fenomenal y creemos que podría dar pie en un futuro a aventuras de todo tipo -más tramas, hasta convertirlo en un amplio minijuego- que incluso podría ambientarse en localizaciones reales –que es lo que hizo Sega con VF4E-, pero como mínimo añade unas cuantas horas más para un jugador, el interés por desbloquear contenido –la personalización de nuestro avatar online- o aprender los secretos para mejorar. Trae otra de las novedades, el Supercombate fantasmal, que de nuevo no es algo nuevo… Pero hasta ahora no se había hecho con esta calidad.Venir de Tragamonedas Gratis Online

Los combates contra fantasmas, o luchadores personalizados por otros jugadores, existen en Tekken –y de nuevo, Virtua Fighter 4– desde hace muchos años, pero nunca habíamos tenido la sensación de jugar contra un rival humano, sólo contra la CPU en una dificultad un poco alta y el aspecto muchas veces estrafalario de su usuario. Tekken 8 es el primero que se toma en serio el aprendizaje de nuestro comportamiento y seguro que en un futuro los avances en inteligencia artificial consiguen que esto vaya a mucho más: realmente se nota que nuestro reflejo virtual se comporta con nuestras estrategias. ¿No te defiendes mucho en tus partidas online o contra el fantasma? Entonces tu doble fallará por ahí. No sólo utiliza tus movimientos favoritos, sino también las estrategias y qué haces con el Heat Burst o ante cada oponente. No hay color a jugar entre jugar contra la CPU clásica en unos modos y hacerlo contra rivales fantasma en otros. Misión arcade ofrece unos cuantos dobles virtuales opcionales para calentar antes de dar el salto al online.

Combate contra un fantasma de jugador. Estos rivales aparecen en Misión arcade, en el modo arcade -entremezclados con oponentes clásicos- y en su propio modo, Supercombate fantasmal. Incluso podrás ver los fantasmas de otros jugadores en el ‘hub online’.

La mayoría de modos premia con dinero o accesorios, para la ficha de jugador, el avatar o para los luchadores. Quizás no tengas interés en poner un donut o rebanada de pan sobre la cabeza de tu personaje favorito, pero a la larga este es otro de los incentivos para disfrutar de un Tekken. En Tekken 8 la personalización es similar a lo que tenemos en la saga desde Tekken 5, quizás con menos cantidad de elementos que en los últimos juegos, pero a cambio con más libertad para modificar aspectos físicos, la ropa, zapatos, colores de cada pieza, auras y mucho más. Con los accesorios también se da la opción de cambiar tamaño y posiciones. En caso de que no quieras pensar mucho, siempre puedes tirar por los trajes completos que recogen aspectos de Tekken 7.

No podíamos olvidar el regreso de Tekken Ball, uno de los minijuegos que aportó Tekken 3 y para muchos, superior a Tekken Bowl. Este voleibol consiste en “cargar” la pelota con nuestros ataques para dañar al rival, un modo fácil de jugar y menos competitivo que el versus, lo que hace ideal que se pueda jugar en familia o con jugadores no muy interesados en la lucha. Y sí, también se puede jugar online.

‘Tekken Ball’, un modo más relajado que los combates versus… aunque también tiene sus piques.

Durante el análisis de Tekken 8 hemos podido jugar al multijugador en red, y por las diferentes betas por las que ha pasado ya se ha comprobado que no tendrá tantos problemas como Tekken 7. Hay rollback y juego cruzado entre sistemas, que se antoja imprescindible a estas alturas en el género, para evitar la mayoría de molestas pausas en el combate y ampliar la comunidad de jugadores en los emparejamientos. Incluye un Salón de lucha de Tekken –el hub online-, accesos directos a partida igualada, rápida o personalizada, los marcadores y, en el caso de PS5 –la versión que hemos jugado- los PS5 Tournament, torneos oficiales de PlayStation. No hemos visto problemas reseñables en las sesiones online aunque el número de jugadores era reducido así que esto podría cambiar durante los primeros días.

El hub online, con la opción de ver repeticiones de la sala y consejos para mejorar.

Finalmente, hay galería de vídeos desbloqueados con los finales y la historia principal, más el resumen de la saga hasta el momento. El apartado de repetición guarda nuestras mejores partidas o aquellas de las que queremos aprender, porque el juego nos da consejos sobre qué podríamos hacer para corregir un error que nos hizo perder la ronda.

Nada sustituirá la diversión de jugar contra otros jugadores, pero Tekken 8 trae suficientes opciones para que en ratos muertos, o simplemente como aprendizaje, pasemos mucho tiempo con las modalidades offline. Hay un esfuerzo por que los novatos entren en Tekken, sea por su control especial que simplifica los controles, y que no recomendaríamos salvo para quienes no deseen esforzarse a aprender un luchador concreto, o por su detalladísimo modo práctica. En este último encontraremos repasos a las técnicas principales, desafíos de combos, entrenamientos de castigo y toda la información necesaria de frames para empezar a exprimir Tekken 8.

El primer gran juego de lucha en Unreal Engine 5

Tekken 8 actualiza su motor y saca partido de salir exclusivamente en la actual generación de consolas, aunque no utiliza las herramientas más novedosas del motor –nanite, lumen– porque la absoluta prioridad es mantener el rendimiento. Ha mejorado bastante respecto a Tekken 7 en aspectos técnicos, algo lógico, y artísticos. Los personajes se han rehecho y la mayoría de cambios son positivos: más naturales, más detalle en ropa, suciedad al finalizar el combate, expresiones faciales más realistas… Sólo hay algún caso concreto en el que se podría poner una pega tras el cambio, como el rostro de Steve Fox al que cuesta un poco acostumbrarse. Basta con ver comparativas directas entre Tekken 7 y 8 para notar que el recuerdo que teníamos del anterior juego nos hace malas pasadas.

Los entornos también han mejorado una barbaridad. Urban Square, la calle neoyorkina que hemos visto en mil ocasiones durante la promoción, betas y demo, es uno de los mejores escenarios de la saga y de cualquier juego de lucha 3D. Hay que admitir que no todos son tan impresionantes: entre nuestros favoritos también estarían la Arena, la bella sala del palacio o el viaje en barco por el Sena, mientras que otros de fantasía son un poco más corrientesVenir de Tragamonedas Gratis Online. Al menos, el tono general es más alegre y variado que lo visto en Tekken 7, recuperando la sensación que transmitían anteriores juegos. Ah, y esta generación hace los tiempos de carga casi anecdóticos, toda una mejora después de los cortarrollos de Tekken 7 o Street Fighter 5.

De la banda sonora podemos decir lo mismo, se acerca un poco al estilo de Tekken 5 y Tekken 6 en lugar de los ritmos machacones de Tekken 7. Si no encuentras ningún tema memorable o prefieres otros géneros, la buena noticia es que regresa el modo Gramola, y esta vez para todos los sistemas -la opción estuvo presente en el último juego pero sólo en PS4-. Con ella, podrás configurar la música del juego por la de cualquier otro Tekken, desde el primero al 7 pasando por los Tag y Tekken Revolution, o confeccionar tu lista personalizada para sustituir la música de cada escenario –por separado el tema normal y el climax- por la que prefieras. De la electrónica de Karma (Tekken 6), Moonlit Wilderness (Tekken 5), Abyss of Time (Tag 2) o las geniales melodías de Tekken 1 y 2, a la personalidad controvertida de Tekken 4, Gramola hace que Tekken 8 se adapte a nuestros gustos.

Conclusiones

Tekken 2 empezó a sentar las bases de la saga, Tekken 3 la hizo despegar con una renovación de la plantilla, Tekken 5 ha sido uno de nuestros favoritos por ser el más redondo y Tekken 7 era muy entretenido -en multijugador-. El equipo de Tekken 8 podría haber optado un juego conservador, mejorar gráficos y poco más, y seguramente habría contentado a la mayoría de usuarios, pero en su lugar han escuchado a las peticiones de los fans y arriesga con un gameplay divertidísimo que supone un aire fresco sin por ello perder la esencia de Tekken. Se podrían encontrar algunas pegas aquí y allá, como a cualquier título, pero nostalgia al margen, este este es el mejor Tekken de la historia. ¿Qué más se puede pedir?

Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Bandai Namco.